Tomajauk contra los Monstruos

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Vivimos encaramados en el mito: nuestra genética lo manda. Alguno como el del Eterno Crecimiento nos trae hoy por la calle de la amargura; hasta hace bien poco todavía se sostenía aquel de que el progreso de la humanidad es una línea continua que siempre apunta hacia delante. La realidad lo desmiente por todas partes.

En los años sesenta Norteamérica se volvió gozosa, escandalosa y felizmente loca. Tanto jipi, tanto fumisque y tanto despiporre compusieron una era  de tolerancia que las Fuerzas Vivas bien se ocuparon en seguida de estigmatizar ejemplificando lo que digo: que en cuanto se avanza un paso, se retroceden luego dos. No sólo los tebeos de Crumb y compañía mostraron esa alienación tan alegre, lo hicieron en harto mayor medida los normales, que de repente se plagaron de festivos absurdos, de sorpresas sin límite, de extravagancia de esa que tanto nos ha marcado para bien o para mal.   

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Pocos géneros como el Western a los que les sienten tan bien unos gramos de locura. Eso que llaman Weird Western, espacio de pistoleros y marcianos, de dinosaurios y tramperos,  me gusta más que comer fabada, que ya es decir. Vean la muestra que hoy traigo bajo el brazo. Tomajauk, un héroe pionero en perpetua lucha contra indios y casacas rojas británicos al que desde los cincuenta ya le hacía tilín la cosa de la aventura demente, pasó a convertirse en abanderado del  Oeste Fantástico, y de qué modo. Tribus de sioux submarinas, monos vestidos de Davy Crocket, gigantes, enanos, fantasmas y pterodáctilos: nada era suficiente.

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Para saber datos técnicos siempre útiles y bonitos, pinchen AQUÍ y se lo contarán al detalle, que estando ya la información disponible no veo por qué se la tengo que repetir yo. De Tomajauk encontrarán multitud de bellas imágenes en la red, yo les he traído algunas de la versión mejicana de San Novaro de las que en la Piel de Toro se distribuyeron entre los cincuenta y los setenta. Cuando el ayudante del héroe se llamaba Daniel Tello, sus compañeros guerrilleros Yunque, Chimenea o Bala de Cañón, y los textos, resumidos del original, estaban salpicados de modismos charros. Imágenes de un poder de fascinación asombroso, inmune al paso del tiempo… o será que yo estoy cada día más viejo y más pellejo…?

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18 Respuestas a “Tomajauk contra los Monstruos

  1. Siempre pensé que Tomajauk era un tebeo puro, si mayor fantasía que la que la propia de su ambientación original. Menuda sorpresa!. Y eso que es una de mis cabeceras favoritas de Novaro, pero tengo que reconocer que nunca he sobrepasado –ni en lectura ni en archivo– más allá de los cuadernos de la «estrella». Gracias, Pedro, por ampliarnos el conocimiento con tanta frecuencia.

    • Ya lo ves, Paco. Aunque predominan los episodios «normales» tanto en la época en la que el héroe va con su ayudante Daniel como en la que acaudilla el grupo de guerrilleros, conforme se aproximan los años sesenta la fantasía se dispara hasta hacerse durante unos años -1966-67, más o menos- elemento esencial y omnipresente. Para felicidad de los que amamos estas locuras, claro está!

  2. Abuelito, esto es una puta obra maestra.
    Tomajauk también se las vio en dos ocasiones (aunque no sé si Novaro publicó los números) contra una suerte de King Kong llamado «King Colosso», que no desentona lo más mínimo en este festival de marcianos, monstruos y arañas gigantes.
    ¡Un fuerte abrazo!

  3. Seguro que publicó Novaro aquellas entregas, y otra que siempre he querido tener en la que Tomajauk se enfrenta a The Franskenstein Frontier Man, un gigante cocoplano a las órdenes de la pérfida Albión! Cualquiera las encuentra hoy día…

  4. El Weird Western… ¡Oh! Sólo ver las portadas debió poner la cabeza del revés a más de un mozalbete de la época.

  5. Cuando mezclamos los géneros de Oeste y monstruos (aunque éste de casacas rojas y calvorotas indios no corresponde al western propiamente dicho) inmediatamente me he acordado de «El valle de Gwangi»: vaqueros cazando dinosaurios, animados por San Ray Harryhausen.

    • Junta Gwangi un montón de elementos que la hacen imprescindible, casi sacra en nuestro panteón: Ray Harryhausen, la Ciudad Encantada, un dinosaurio en la catedral de Cuenca, indios enanos, circo y cow boys a caballo. ¿Cómo iba a salir mal semejante cóctel…?

  6. Estas aventuras son un festín, Abuelito! Así hemos salido con un cerebro tan bien alimentado. El dia que muramos sorprenderemos a las fuerzas del infirno con nuestras fantasías!

    • Sólo la locura y la fiesta han sido capaces de redimirnos, más allá de filosofías y desde luego, de religiones… Al menos a seres tan inconsistentes como yo mismo, qué le vamos a hacer, don Enric…

  7. Gratos recuerdos me trae la Editorial Novaro que publicaba sus Domingos Alegres con una recopilación de cuentos fantásticos presentados nada menos que por Boris Karloff. También nos traía superhéroes americanos con Superman diciendo: «He de capturar a esos pillos ¡sí!»
    Saludos. Borgo.

  8. ¡Hola,Abuelito!: Pues sí, yo también recuerdo las portadas, aunque leí pocos números,y la razón estaba en el precio… mi «propina dominguera» la tenía repartida- según la fecha – entre Hipos y Monitos,Jaimitos, Pumbis,Robertos,Mundos Futuros, Pumas,Cosacos, Fantasmas y Gordons, así que no daba para más…las peleas de tomajauk con indios e ingleses no me seducían nada, pero las de MONSTRUOS si.
    …Pero lo q sí me ha «opnubilado» hoy ha sido el «nuevo fichaje» q ha añadido Vd. a la carátula… Se agradece la sorpresa, aunque no recuerdo al personaje.
    Saludos

    • Saludos, don José Luis! No es raro que no conozca al gorila pistolero que desde ahí arriba nos acompaña, pues lo he sacado de un tebeo inglés de los cincuenta encontrado en la Red y que nunca se publicó aquí… nos tendremos que quedar con las ganas de saber algo más de sus hazañas!

  9. Siguiendo su enlace a la wiskypedia he visto que el creador de Tomajauk, Joseph «Joe» Samachson, era un científico de prestigio (estudió química en Yale!) que se dedicó a la investigación y a la docencia.
    Y además paría monstruosidades como ésta!!

    Y un dato inquietante que da la wisky:
    «Dr. Samachson also taught himself Russian»

    • No sé, don Aemiluis, de las hazañas científicas del señor Samachson… Bastante le redimen los monstruos, como usted bien apunta, más atractivos para mentes sencillas como la mía que abstrusas fórmulas químicas o cabalísticas, tan parecidas entre sí…

  10. ¡¡Ésto es demencial.Es un comic absolutamente loco!!.

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