Viene nuevo año y nadie mejor que un viejo conocido para acompañarnos en tan turbulentos momentos. Hacía tiempo que no asomaba por estos pagos mi adorado Roberto Alcázar, ídolo del Trash nacional que algunas mentes caducas se empeñan en ver aún como trasunto de Franco poco más o menos.
Para contribuir a desmentir tal falacia, traigo hoy una selección de los enfrentamientos que, como contra otras criaturas del folletín, vivieron nuestros paladines Pop contra toda suerte de criaturas del Cine de Miedo, del mismísimo Conde Drácula a Fu Manchú, la Momia, los caserones encantados, la Criatura de la Laguna Negra, el Demonio en persona o una surtida clase de fantasmas. Pásmense ante semejante derroche de arte y sinceridad.
Garrotazo y tentetieso, como sucedía con los gorilas, los monstruos y los seres de otros mundos (que ya les enseñé en el Viejo Desván), es la receta más adecuada para combatir a semejantes espectros. Ni siquiera el Monstruo del Lago Ness es capaz de resistirse; lo mismo que yo cuando contemplo el trazo tosco, chillón y expresionista malgré lui de don Eduardo Vañó.
La última etapa de la publicación, cuando insaquible al desaliento Roberto era el único cuaderno de aventuras que seguía acudiendo semanalmente a los kioscos, mal que fuera medio fosilizado, coincide con la Era del Terror de Pipas en los cines españoles. Vampiros, momias de saldo y fantasmagorías muy estilo Paul Naschy llenan entonces las portadas. Qué hermoso ejemplo de reconocimiento entre hermanos, inevitable atracción de los iguales…