Vuelvo hoy, tras largo paréntesis, porque me da la gana y sin explicaciones. La vida, ya digo, es un folletín. La confirmación me llegó la otra noche de la mano de Bird, el pequeño saltimbanqui, sabiduría iniciática para quien sepa observarla, pura poesía y metafísica. Vean sino sus vidas en comprimido retrato. Doce imágenes sin retocar. Crudas y verdaderas, como lo que se intuye en cualquier esquina. 
Se nace como de las aguas, mártir y con dolor: de la nada al ser… ahí es ná! 
La infancia es adiestramiento, urgencia eterna, jaula didáctica: la realidad no concede tregua. 
Heraldo de las sombras venideras son los miedos primeros…
…vigorosamente constatados más adelante.
Amenidad indeseada proporcionan persistentes fantasmas, miopes y malvados empeñados, vaya usted a saber porqué, en amargar nuestro devenir… 
Va pasando así el tiempo, insertos ya en las vicisitudes del mercado de trabajo… 
Y el amor, o más o menos, consoladora presencia del otro afín por más trampas que se interpongan. 
Luego, el día que menos te lo esperas, la realidad aparentemente domesticada se quiebra bajo los pies… 
Y lo quieras que no, sabes que la fiera existe, que ataca, que muerde y que hay que rehuirla con uñas y dientes. 
… y sin embargo, la vida es tan gloriosa…! 
…por más que pasto de lobos nos sepamos siempre…
EL DESVÁN DEL ABUELITO 
me alegro un monton de que continues con el desvan.,descubrimiento fortuito por mi parte y que me llena de gozo con sus frikeces.que angeles mutantes guarden tus sueños.salud
¡Albricias, Abuelito, por su regreso al Desván! Aquí seguimos sus fieles seguidores esperando el momento en que usted tenga a bien deleitarnos con esos retazos de literatura popular pretérita y otras cosillas que solo aquí encontramos.
Abuelito, los nietales nos alegramos de que esté mejor de la «gota»… y que haya vuelto a subir a su Desván…
¡Déjese de vainas y hable de Tura Satana, cojones!
A mí esa señora tan ligera de cascos que dice usted no me agrada nada. Yo me quedé en Theda Bara, si le sirve…
Buenas tardes Abuelito… Como usted está acostumbrado a las apariciones, no le sorprenderá que este espectro del pasado se presente por aquí unos años después de haberse perdido sin dejar rastro… !Qué ratos de diversión me está proporcionando el recorrido retrospectivo de su Desván, tras estos años perdidos! La belleza que atesora cada fragmento de papel barato en que nuestros héroes van dejando su pálida y fugaz impronta sigue siendo indescriptible… Siga, siga trayéndonos más de esos desvaídos cromos, continúe mostrándonos su personal selección de obras maestras del Arte Menor, no nos prive del placer que nos proporciona la lectura de sus glosas de lo absurdo, de lo extraño, de lo misterioso, de lo extraordinario… Se lo ruega este viejo lector de folletines, perdido y hallado en ese templo del celuloide desblanquiñado y del papel amarillento que es el Desván.
¡¡Señor Altés, qué alegría tenerlo por acá de nuevo!! Suenen fanfarrias y clarines para celebrar el acontecimiento… algo así me motiva a seguir en el Desván, demasiado abandonado últimamente en favor de la seductora inmediatez de Feibus… ¡¡De nuevo está aquí… qué contento estoy!!
¡Albricias y delicias! El desván vuelve a ser el rincón de encuentro en el que nos convoca, con su generosa hospitalidad, nuestro entrañable abuelito. Se le echaba en falta. Y se le agradece esta nueva convocatoria.
Hermosas ilustraciones, a fé mía, las de ese jovencísimo volatinero, por más que el tema nunca haya sido de los que más me han atraido. Las peripecias de los niños circenses o de los que tienen mascota nunca han sido santo de mi devoción. Pero cada cual tiene sus gustos y cuando hubo tanta colección dedicada a tales entresijos, por algo sería.
Si no quiere darnos explicaciones…pues no se las pediremos, pero, al menos, déjenos que le digamos que nos alegramos de su retorno.
Theda Bara era un encanto, sin duda. Un poco mojigata en su vida privada, según cuentan las malas lenguas, pero eso es algo que le daba más morbo. Una mujer como las que ya no quedan, sí, señor. Pero que Vd. me diga que no le agrada Tura Satana dice muy poco (y muy mal) de sus gustos…
…Comprenda usted que para mí pensar en cualquier mujer nacida después de 1918 es casi pedofilia…
Diga usted algo, please, sobre Jordi Macabich, recientemente fallecido y que dibujó muchos «Inspector Dan»…
¿No sabía ni sabe quién era Macabich? ¡No puedo creerlo de usted! ¿Qué pasa? ¿Es que le debía dinero…?
Por supuesto, señor Mason, que tengo conocimiento de quién era don Jorge Macabich; es más, en alta estima tengo sus cubiertas para la colección de cuadernos del Inspector Dan… Lo que ocurre es que NUNCA el Desván se ha guiado por la actualidad del siglo, ya que está emplazado en una dimensión paralela donde solo habito yo. El óbito de Macabich, suceso actual, no es motivo pues para hablar de él, lo podemos hacer en cualquier momento… ya vendrá el día, no sea usted impaciente!
¡Qué manera tan sutil de dar a entender que a usted nadie le impone los temas de su blog! ¡Ja, ja, ja! Me parece bien, sobre todo porque me cae usted simpático. Con otros no tengo tanta paciencia. Y dígame, ¿le gustó como estuve en «North by Northwest» y sobre todo, en «Lolita»…?
Querido Abuelito: aqui o donde sea, un rendido admirador siempre a su servicio.
¡Coño, así también hago yo un blog, escribiendo cuatro chorradas cada 6 o 7 meses! ¡Espabile, Abuelitooooo…!
No tengo ganas, y aquí mando yo!